Para quienes somos entes visuales, el captar sensorialmente nuestro entorno a través de la vista, nos lleva a descubrir mundos nuevos y emocionantes. Esto, podemos extrapolarlo a todos los ámbitos de nuestra vida: la ropa que usamos, la comida que ingerimos, la actividad que desarrollamos, la mujer a la que amamos… todas, pasiones que nos llenan el alma y nos muestran nuestros caminos.
